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La Carta Interpretativa 1188 (Carta Interpretativa 1188) emitida por la Oficina del Contralor de la Moneda (OCC) de EE. UU. el 9 de diciembre de 2025 confirmó que los bancos nacionales pueden participar en transacciones de criptoactivos como intermediarios «principales sin riesgo».

La Oficina del Contralor de la Moneda (OCC) de EE. UU. emitió la Carta Interpretativa 1188, confirmando que los bancos nacionales pueden realizar transacciones principales sin riesgo en criptoactivos como parte de sus operaciones bancarias.Estas transacciones implican que un banco actúe como principal en una transacción de criptoactivos con un cliente y al mismo tiempo realice transacciones de cobertura con otro cliente.Los bancos, como intermediarios, no poseen criptoactivos, sino que actúan en una capacidad similar a la de los agentes-corredores.
Esto significa que los bancos pueden comprar criptoactivos de un cliente y revenderlos inmediatamente a otro cliente sin tener inventario ni asumir riesgos de mercado, limitados al riesgo de liquidación.Este modelo es similar a las actividades de corretaje en los mercados tradicionales de valores o de divisas y se considera una parte legítima de la «banca».
La decisión marca un paso más para que los reguladores estadounidenses adopten la integración de los criptoactivos, en lugar de suprimirla.
En general, esta es una señal positiva que ayudará a impulsar la adopción a nivel institucional, pero también presenta algunos desafíos potenciales.
Principal impacto positivo
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Mejorar la liquidez institucional y la profundidad del mercado: los bancos pueden proporcionar directamente a los clientes servicios de intermediación en el comercio de criptomonedas, similar al papel de Coinbase o Binance, pero de manera regulada.Esto inyectará más fondos institucionales, reducirá los diferenciales entre oferta y demanda y aumentará la liquidez del mercado, especialmente para activos convencionales como BTC, ETH y monedas estables.Se espera que en el primer trimestre de 2026, muchos bancos lancen plataformas de comercio de cifrado para atraer aún más a grandes inversores, como fondos de pensiones y tesorería corporativa.
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Acelerar la integración de las finanzas convencionales y las criptomonedas: esto proporciona a los bancos (como JPMorgan, Bank of America) un «puerto seguro» a nivel federal, que les permite procesar pedidos de clientes sin la necesidad de intercambios con terceros.En el pasado, los bancos dependían de plataformas como Paxos o Coinbase Prime; ahora, pueden crear mesas de negociación patentadas para mover las criptomonedas del «margen especulativo» a los «servicios financieros centrales».Esto puede estimular un aumento en el índice de asignación de criptoactivos en la gestión patrimonial (algunos bancos han recomendado actualmente entre 1 y 4%).
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Mayor claridad regulatoria y atractivo de cumplimiento: la aprobación de la OCC enfatiza que los bancos deben cumplir con los requisitos BSA/AML (contra el lavado de dinero) y de gestión de riesgos, lo que reduce la barrera de entrada para las instituciones.Al mismo tiempo, complementa la carta n.° 1186 de la OCC de noviembre de 2025 (que permite a los bancos mantener criptoactivos limitados para pagar tarifas de red) para formar un marco completo.Los analistas de la industria creen que esto atraerá más entradas de capital y reducirá el lastre de la «incertidumbre regulatoria» en el mercado.
Posibles desafíos e impactos negativos
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Riesgos de centralización y censura: el dominio bancario de los flujos de transacciones podría exacerbar la centralización de la industria de la criptografía, haciéndola susceptible a la intervención gubernamental o a la congelación de activos (por ejemplo, apuntando a direcciones específicas).Esto es contrario al espíritu descentralizado de DeFi, puede debilitar la competitividad de las pequeñas bolsas y generar preocupaciones en la comunidad sobre una «adquisición de Wall Street».
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Barreras de implementación: a pesar de la aprobación federal, los bancos estatales aún requieren licencias locales (como el DFAL de Nueva York) y la OCC exige revisiones de seguridad estrictas.En el corto plazo, es posible que los usuarios minoristas no se beneficien de inmediato, pero están más orientados institucionalmente.Las fluctuaciones de precios o los fallos en las liquidaciones aún pueden exponer temporalmente a los bancos al riesgo de mercado.
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Aumento de la competencia: la entrada de los bancos tradicionales reducirá la participación de mercado de los intercambios de cifrado existentes, y plataformas como Coinbase deben fortalecer el cumplimiento para competir.Pero también puede impulsar a toda la industria a madurar y elevar los estándares generales.
Reacción y perspectivas del mercado
Las discusiones sobre la plataforma X muestran que la comunidad criptográfica generalmente la ve como un «cambio de juego», enfatizando su fuerza impulsora para la adopción institucional.
Los precios de Bitcoin y Ethereum subieron después de la publicación, lo que refleja el optimismo del mercado.
A largo plazo, esto puede marcar el «Año de la criptobanca» en 2025. Se espera que para finales de 2026, el volumen de transacciones de intermediarios bancarios represente entre el 10% y el 20% del mercado de criptomonedas.
En general, esta decisión fortalece el estatus de las criptomonedas como una clase de activo legítima y promueve la transición de lo marginal a lo convencional, pero hay que tener cuidado con los riesgos de centralización.Los inversores deberían prestar atención a los posteriores lanzamientos de productos bancarios y a la evolución legislativa para evaluar el impacto real.





